Cerezas, peras
melones o melocotones.
Hay tantas tetas como frutas.

Se apaga el sol y con él,
mi mente.

Respiro l’aire que em deixes
mentre me’l treus alhora.

Oloro flors blanques,
recordo.
Oloro flors blanques,
oblido.

Te buscaré
en todas las madres.

Em miro al mirall
i no em veig.
És a l’horitzó que em trobo.
Sus ojos verdes y despiertos.
Su forma de tumbarse en el sofá, sin nunca tumbarse del todo.
La manera en la que sonreía. Con los ojos muy abiertos, con cada parte de su cuerpo.
Su forma de llamar la atención de todo el mundo sin pretenderlo, pero disfrutándolo un poco. Solo un poco.
Su manía de fregar inmediatamente después de que se fueran las visitas.
Su parecido con Sharon Stone y con Julia Otero, y lo poco que se lo creía cuando se lo decían. Y lo halagada que se sentía.
Los viajes en coche. Las mesas listas. La palabra que tocaba. El abrazo que esperabas.
Su risa.
2018. El año en que se fue.
Maribel. Maria Isabel de nacimiento. Mari para sus hermanos. Mamibel para su hija sin puntos. Mamita para mí.
La última vez que la vi, con la mirada vacía y perdida y sin su sonrisa característica, me dijo que estaba orgullosa de mí. Y yo, cansada, como de costumbre, no supe ver que esa era su forma de decirme que se iba.
Back to Top