La verdad es que siempre me ha gustado desafiar la física. Como cuando aún midiendo 1,78 y teniendo los tobillos laxos decido ponerme tacones. Todo un desafío. Después acabo con pies rotos y otras historias.       Pero aprendo rápido. Ya no me pongo tacones. No muchos almenos. Tampoco soy perfecta.

Como iba diciendo, me gustan los desafíos. No puedo prometer ni prometo que los vaya a clavar todos, pero sí la mayoría. Igual para cuando no clave alguno ya te gusta demasiado como escribo. Eso espero.          Molaría, ¿no? Pero no te preocupes, que si no la acierto trabajaré como la que más hasta hacerlo, eso sí lo puedo prometer y lo prometo. Y cuando tenga algun que otro fallo también prometo no desmoronarme y seguir currando. Y si te desmoronas tú me pondré en tu lugar y quizás hasta te sacaré alguna sonrisa. A optimista y divertida no me gana nadie, eso lo prometo también.

Si te has quedado hasta aquí es que igual hay alguna posibilidad de que te interese conocerme más.                                       Cuando nos veamos te cuento como me lo hago para hablar debajo del agua y que se me entienda.
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